Ser
mamá supone un gran cambio en la vida de cualquier mujer, quienes ya tenemos el privilegio de ser mamá podemos describirlo como un periodo de transición lleno de
nuevos retos, emociones, y momentos increíbles, sin embargo la
historia no siempre es color de rosa y muchas veces la mujer debe enfrentar el
reto de hacer el papel de mamá y papá al mismo tiempo.
La maternidad sin el apoyo
de un compañero es una realidad que en los últimos años ha ido en aumento y
cada día se convierte en algo muy normal, aunque en otras épocas, estar
embarazada siendo soltera, sin tener pareja o viviendo con los padres era algo muy
mal visto y duramente criticado.
Según
un estudio realizado por la
Organización Mundial de la Salud la OMS, entre los años 2007 y 2010 al investigar
la maternidad en solitario en Latinoamérica aproximadamente el 23
% de las mujeres embarazadas son abandonadas por sus parejas al enterarse
del embarazo; 32% de las madres deciden ser madres solteras por
relacionarse con un hombre que de alguna forma las maltrata y consideran que
pueden asumir su gastos ellas mismas, el 15 % se convierte en madre soltera por
motivos de viudez y un 30% de las madres asumen el papel de mamá y papá por
razón de divorcio.
Admiremos a estas
mamás porque aun en condiciones
poco favorables, aceptan con valor y amor la vida que han engendrado y tratan
siempre de ofrecer lo mejor a sus hijos.
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