martes, 17 de julio de 2012

LA EPIDEMIA DE SENTIMIENTOS DE INFERIORIDAD:



Hay un dicho popular que dice “Menos es Más”, este es muy aplicado en cuanto a decoración, maquillaje y condimentos cuando de cocinar se trata, sin embargo la sociedad por no decir el mundo y nosotros mismos por naturaleza humana somos seres ambiciosos, deseando siempre más de lo que tenemos, esto no está mal , pues debemos de ser visionarios, no obstante muchas veces ese largo camino al éxito y la felicidad se torna de rosa a gris obstaculizando nuestros objetivos, todo por no formar parte de la selecta población de “personas hermosas y populares” que tanto admiramos y deseamos llegar a pertenecer.

Las ciencias naturales nos enseñan que lo seres vivos nacemos, nos desarrollamos y morimos, ¿simple no?, la verdad debería de serlo, pero en ese período de crecimiento y desarrollo la sociedad que nos rodea nos vuelve victimas de las criticas desde que somos unos bebes y cómplices durante nuestro crecimiento pues en lugar de revelarnos a ciertos estereotipos (prejuicios) nos acomodamos a ellos tanto que los volvemos parte de nosotros, proyectándonos al mundo de esa forma.

Estos son los Sentimiento de inferioridad, que abarcan las vivencias profundas de una insuficiencia psíquica o física del individuo frente a los demás.

El sentimiento de inferioridad nace en la infancia debido a las condiciones de dependencia en las que nos desarrollamos. La dependencia material y afectiva muchas veces nos crea una situación de inferioridad en relación con nuestros padres, ya que no logramos sus expectativas. 

Este sentimiento se confirma cuando los padres exigen a sus hijos actuaciones más allá de sus posibilidades. Cuando la insuficiencia es física, es decir, real (por fealdad, dificultades de expresión, poca altura, etc.), el comportamiento del niño puede llegar a ser exagerado (jactancia, brutalidad, despotismo) o provocar ideas depresivas. Para evitar este sentimiento, los padres deberían fomentar que sus hijos tomen conciencia de sus posibilidades y valía personal, además de generar situaciones en las que puedan triunfar, es muy importante criar a los niños seguros de si mismos pues estos sentimientos son tan poderosos que no solo se prolongan durante la adolescencia y la edad adulta sino que peor aun, “Empeoran”, pues “las cosas no son como las vemos sino como las recordamos”.


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