Mucho se ha hablado ya del reto que representa
para el gremio periodístico no solo el adaptarse, sino también el vivir al ritmo
de los avances tecnológicos, y eso en cuanto comunicación se refiere, significa
manejar de forma responsable las herramientas que el internet nos proporciona para
no perder la credibilidad; más aun cuando el universo de información brindado a través de páginas web, blogs y redes sociales nos
pueden volver sensibles al copy-paste.
Por lo tanto como claramente lo expresó el
doctor José Fernández Fernández en el simposio denominado “Las
sociedades ante el reto digital” debemos apuntar como verdadero reto “El no perder la esencia del periodismo”.
Lo que nos lleva a preguntarnos a conciencia ¿Qué
queremos ser? ¿Qué está pasando? ¿Por qué estudiar periodismo se torna a veces en
drama? ¿Es el periodista un contador historias? ¿Por qué hablar, escribir, leer
y escuchar? ¿y si es posible el periodismo sin periodistas?
¿Qué queremos
ser? Esto depende únicamente del
empeño personal que dediquemos a esta profesión, desde el primer año de la
universidad se nos dice que el periodista debe ser objetivo o imparcial pero
ante todo debemos ser honestos con nuestro público receptor y acercarnos lo más
posible a la realidad de los hechos, pues se supone que los y las periodistas no solo somos buenos redactores sino
investigadores férreos y más aún en esta era tecnológica, ser manejadores
de las herramientas digitales, dominar el idioma computacional y saber usar sus herramientas y no al contrario.
¿Qué está
pasando? Factores como el sensacionalismo
y la influencia viciada de algunos sectores de la sociedad están provocando que
en los medios de comunicación cada vez haya más personal ajeno a la profesión
periodística, vemos como la seriedad informativa se ha venido perdiendo por la
subjetividad y la superficialidad en las investigaciones, lo anterior sin
restarle crédito a la capacidad oral de algunas personas que nunca estudiaron la carrera y son excelentes
locutores o presentadores.
¿Por qué
estudiar periodismo se torna a veces en drama? En primer lugar se da la confusión del campo de trabajo del periodista,
muchas personas piensan que el trabajo periodístico se reduce a ser un elegante
o una atractiva presentadora de televisión, lo que puede resultar frustrante
para aquellos y aquellas que consideran que no llenan el estándar; en segundo
lugar surge el incertidumbre del si
dedicarse a esto implica poner en riesgo la vida (por aquello de cubrir eventos
que pueden tornarse conflictivos y a la larga peligrosos) y por último la inútil
expectativa de hacerse ricos, uno debe saber que no se hará millonario,
ni famoso.
Todos estos factores son a menudo motivo de críticas
y menosprecio para la carrera y estas provienen sobretodo de familiares y amigos. Sin embargo para quienes
decidimos estudiar esta carrera el principal motor debe ser la pasión por
ser periodistas o como lo definió el premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, por
cierto, también periodista, este es "El
oficio más noble del mundo".
¿Es el periodista
un contador de historias? Así como un abogado no es un simple escribano, un periodista no puede ser
considerado como un simple un contador de historias pues eso lo haría igual a un
cuenta cuentos de esos que leen libros de aventuras y fantasía a los niños, en
los espacios reservados de algunas librerías y bibliotecas; si bien es cierto que
los datos indagados para una nota informativa, reportaje, documental o sea cual
sea el género utilizado, no convierte al periodista en un inventor de hechos
inexistentes, pero si en un creador de ambientes con la capacidad de trasladar
a su receptor al lugar mismo de lo ocurrido, este a diferencia del cuenta
cuentos lo realiza con seriedad, honestidad, pasión y con el pensamiento
escéptico de que los hechos siempre pueden ir más allá de lo previamente
investigado.
¿Por qué hablar,
escribir, leer y escuchar? En nuestro
medio el hablar, escribir, leer y escuchar no solo debe gustarnos; es nuestro
deber el desarrollar estas cuatro habilidades básicas y nunca descuidarlas,
pues su aplicación es de vital importancia al reportear, entrevistar
e investigar, y de ello dependerá el éxito, la claridad, veracidad y aceptación
de nuestro trabajo; el o la periodista que no lee ni escucha con detenimiento seguro
tendrá problemas al escribir y pánico al hablar, situación que empeora cuando
cualquier persona tiene a su alcance la oportunidad de criticar mediante
comentarios nuestro trabajo en la versión digital del medio para el que
laboramos.
¿Es posible el periodismo sin periodistas? La realidad
nos muestra que cada día que pasa los espacios en los diferentes medios de comunicación
(en especial la tv) están siendo ocupados por personas cuya profesión no es el periodismo,
sin embargo el periodista es un profesional garante de que
la información publicada es veraz, crítica y honesta, para la sociedad a la que
se debe. Y como ya lo decía periodista Jacinto Gutierrez “Sin preguntas no hay
respuestas, sólo afirmaciones; y sin periodistas no hay información, sólo
propaganda”.
Por otro
lado el internet facilita que cualquiera pueda publicar una información
o un comentario, por ello estamos obligados a ofrecer un valor agregado a nuestras informaciones,
utilizando un lenguaje entendible en las redes sociales y estar en constante
comunicación con esos lectores interesados en el tema y que colaboran con sus
comentarios desde sus cuentas sociales como Twitter o Facebook enriqueciendo la
presentación de nuestras informaciones, generando así un círculo de confianza,
que no desplace al periodismo como tal sino que lo fortalezca en armonía.
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